Día 98- BELEM - PARA- BRASIL

Finalmente salí del amazonas, diez años me llevó y cuál tronco que lleva la corriente desemboqué en el atlántico; barcos de todos tipos y tamaños , idiomas y comidas que cambian tanto así como el paisaje. Me subí al río desde Pucallpa , desde Yurimaguas , desde Leticia ; bajé la corriente y la surqué , me dí un chapuzón en cuanta oportunidad tuve; me llené de vida el cuero , me lo llené de verde , me lo llené de historias y de aprendizajes. La selva , la fuente de vida de la humanidad , la devastada , la incendiada , la ignorada ; como no volverte a ver si entrar y salir de tu vientre en como volver a nacer una y otra vez. A diferencia de lo que esperaba, la salida al atlántico fué de puro verde , el río se pone tan grande que el gigante ferry en el que viajaba pasaba ajustado por canales naturales adornados de casitas de madera en sus riberas  desde donde salían mujeres y niños a bordo de canoas y lanchas que  hacían gritos y ademanes para que los 800 pasajeros de barco  les arrojen víveres y ropa en bolsas que recogían de la superficie del río. Ni cerca de las necesidades que se observan en la selva peruana pero sólo en está región fuí testigo de los mendigos del amazonas. Cientos de botes y cientas de bolsas voleadas al río, en algunos casos gastando más en gasolina que en el valor que se podría encontrar dentro de las bolsas .  También están quienes llegan hasta el barco para vender asaí , camarones , pescado, cocos , mangos . La selva lo da todo , hasta la oportunidad de mendigar en canoa. Belem , la puerta de entrada al amazonas para unos ,la de salida para mí , es una ciudad portuaria , plagada de edificios en su centro y casitas de maderas en sus periferias que dan cuenta del país desigual que es Brasil , uno de los más desiguales del continente. Me recibieron en su casa Yuri y Vasco , su papá .  Yuri se acercó en el barco y sin siquiera saber mi nombre nos ofreció a mí y a Facu, otro viajero argentino , quedar en su casa que estaba cerca de la terminal de buses y allá fuimos , a conocer un poco de Belem antes de seguir camino por la carretera ; al fin en la cerretera. Les dejo fotos de las lanchitas méndigas , de la llegada a Belem , de la plaza de la ciudad y de un tardecer del que me vuelvo a separar por un tiempo.